viernes, 22 de abril de 2016

The Fake - Crítica Cinematográfica

Realidad de un color desolador

TÍTULO ORIGINAL: Saibi
DIRECTOR: Sang-ho Yeon
GUIONISTA: Sang-ho Yeon
AÑO DE PRODUCCIÓN: 2013

Fotograma de The Fake

La película de animación The Fake pretende ser un retrato descarnado de la sociedad surcoreana actual. Se vale para ello en posar su pesimista mirada sobre una aldea poblada de hombres violentos y machistas y por mujeres retrogradas que consienten los abusos. Allí llega una banda de estafadores que bajo una falsa iglesia se aprovechan de la ignorancia de los lugareños para arramplar con sus ahorros. 
 
Al mejor estilo de un thriller setentero acompañamos al mezquino Chilseong en su intento de desenmascarar a los farsantes. No se me ocurre equivalente mejor que Memories of Murder (2003) del también surcoreano Joon Ho Bong. Su atmosfera empapada en la niebla, su violencia explícita y reiterada, la mofa de la ineptitud policial y la crítica social, son muy similares.
 
The Fake es el segundo largometraje dirigido por Yeon Sang-ho, después de The King of Pigs. Al igual que entonces, su ajustado presupuesto no le ha impedido trazar una gran obra, con un ritmo trepidante y con originales giros argumentales. Es sabido que en Corea del Sur se animan la mayoría de las series del mundo (ya se reían los Simpson en el episodio dirigido por el graffitero Banksy en 2010) y especialmente los productos animados de su vecino Japón.
 
Pero no hay un ápice de los rasgos que caracterizan al diseño de personajes del anime en este film oriental. De hecho, sobresale por un diseño hiperrealista, con ojos chicos, arrugas y ceños fruncidos. La animación es fluida y sin pausa. Los fondos hermosos y repletos de detalles.
 
Una película dura pero recomendable.
 
Fotograma de The Fake


Curiosidades

El film únicamente se estrenó comercialmente en Corea del Sur, EE.UU. y en España.
 
En nuestro país tal vez ayudó que obtuviese en el 2013 el premio a Mejor Película de Animación en Festival de Sitges y el Festival de Gijón (ex-aequo con Cheatin’ de Bill Plympton)